Mi fe me ayuda a prosperar
en todo de manera divina.
Mi voz interior, divina que en mí habita,
me revela las formas y los medios
para avanzar en mis asuntos,
y todo se ajusta de manera adecuada.
Mi comprensión abre todas las puertas
necesarias para alcanzar el éxito
la prosperidad y la riqueza,
aparece ante mí el sendero perfecto.