marha san antonio

LOS ARPEGIOS DE MI LIRA

En esta noche estrellada,

quiero cantar con mi Lira.

Antes de cerrar mis ojos

quiero en arpegios nunca oídos,

cantar los versos del alma por 

los que mi corazón suspira.

 

Quiero cantarle  al  Amor 

que mueve al mundo , aquel

sin mentiras ni artimañas ,

al que crea la belleza, la verdad 

y  despierta la ternura.

No  al que genera dolor  y

se convierte en amargura.

 

Quiero cantarle al Arte, a la música ,

a los colores , a los locos trovadores,

aquellos que  en su delirio, 

incitan  a los placeres y 

provocan  los ardores .

 

Quiero cantarle a la Alegría, 

en este mundo triste y frío,

con singular regocijo  

y total convicción , 

que cuando ella sonríe ,

es  el  signo  fehaciente 

de que Dios está presente .

 

Quiero cantarle al dolor, 

Por qué  no ?  Aquel 

que lacera y no mata 

con valor  el destino nos ata ,

al tormento que con su yugo

nos impulsa a crecer, porque 

lo que en dolor se aprende 

no se olvida nunca más .

 

Quiero cantar a la Amistad, 

aquella que persevera 

en medio de la adversidad , 

la que tiende la mano  amiga

la que calla y no recrimina ,

que comprende y te anima 

en el  largo caminar.

 

Quiero cantarle al trabajo ,

que provee bienestar y pan.

Aquel  puñado de seres que 

con  su  energía y afán 

hacen la fuerza laboral .

El fruto que en la mesa encima ,

del sudor de la frente germina.

 

Quiero cantarle a la Familia,

como núcleo de la sociedad .

Con unidad y cohesión 

construye en cada miembro 

su verdadera identidad, 

protegiendo su autonomía 

dentro la feroz diversidad .

Alli nacen las virtudes 

y se  adquieren  los valores,

se practican las costumbres 

con  sentimiento filial .

 

Quiero cantarle al viento,

a la brisa y al  rocio, 

al pájaro que canta , 

a la flor que perfuma , 

a la lluvia que da vida , al 

árbol  cuya sombra cobija .

A los ríos que van a dar al mar.

Al amanecer  que ilumina 

y muestra una esperanza , 

al anochecer que nos transporta , 

 Y Plácida  nos envuelve 

 en los brazos de Morfeo.

 

Lo malo ,lo feo y lo absurdo 

no inspiran notas en mi Lira ,

se ahogan porque no hay sonido 

que vibre en mis oídos .

Tampoco se de una musa

que arrebate los sentidos ,

para escribir todo aquello 

que produce escalofrío.

Tan solo quiero cantar 

a lo que me mantiene vivo.

 

Para terminar , con un  un bello final;

a Dios le dedico mi cantar, 

Ya  que Él, me dio el don y

guió mi inspiración.

Es mi musa cada día . Quiero

 con estos humildes  versos , 

que su poder y su nombre

se alcen ante todo nombre.