Jorge L Amarillo
Nadie
Nadie ha venido a salvarme
solo estoy de nuevo otra vez,
con la cruz de tener que levantarme
sin reaccionar con que voy a hacer...
De nuevo sufro el ataque
del silencio donde quedo a merced,
de una soledad que salvaje
me enfrenta haciéndome temer.
No hay una señal de un rescate
solo un vacío caído en el ayer,
un miedo flotando en el aire
un gran abismo donde puedo caer.
El espacio y yo más lo amenazante
un abonado al tener que perder,
cansino de los tontos mensajes
que tratan de alimentar a mi fe.
Todo duele y más en el abordaje
de las penas donde transita mi ser,
muero más allá de lo imaginable
por amar a quien no me va a querer!
No hay cura para mis enfermedades
donde mi mal se llama volver,
ya no hay muros infranqueables
ni jueces que me puedan absolver.
A solas conmigo y con nadie
incierto en mí un nuevo amanecer,
y mi secreto más inconfesable
se hace verso en este blanco papel!