Entre tanta maravilla
una duda de repente...
Preguntó la dulce niña:
- ¿Cuánto tiempo es para Siempre? -
Olvidando hasta su prisa
el conejo quedó mudo,
luego dijo entre sonrisas:
- ¡A veces... solo un segundo! -
- ¿Cuánto tiempo es un segundo? -
Increpó de nuevo Alicia
y su mundo se detuvo
cual reloj sin manecillas.
- Os juro mi dulce niña
cuando amas de verdad
no importa como lo midas,
¡Dura una eternidad! -
D.R.