Donde termina tu cuerpo,
El mío comienza; pálido, delgado, cálido y sudado.
Mi cabeza sobre tu pecho, mi cabello castaño y ondulado se vuelve el mar donde tus dedos navegan con cautela.
Donde termina tu cuerpo,
Inicia una galaxia repleta de planetas, que son sentimientos destinados hacía ti,
constelaciones trazadas por tus manos suaves,
Cometas que se asemejan a tu silueta.
Donde termina tu cuerpo,
Se vuelve mi existir miserable e inmenso.
Lleno de partículas no tuyas que se vuelven algo ajeno, y un respirar eterno.
Dolorosamente eterno.
Donde termina tu cuerpo,
Yace el mío sobre la cama
Ansioso por deshacernos de nuevo de este “espacio intergaláctico” que nos tiene presos en nuestro deseo.
Sumergir nuestros cuerpos en un mismo universo…