Quiero tener y no tengo
la llave que le abra al mundo
la verdad de un sentimiento,
tan intenso y tan profundo,
que me oprime el corazón
y lo arrastra vagabundo
caminando sin razón,
sin un destino ni rumbo.
Quiero escuchar de mi voz
lo que mantengo callado,
quiero darle libertad
a mi sentir condenado,
quitar fronteras al mar,
morir de amor entregado
y por las noches volver
a mi sueño enamorado.
Llevo una vida en silencio
en el hueco de la mano,
pero no puedo soltarla
porque atropella lo amado,
y me siento prisionero
encaramado a un caballo
atado sin campo abierto
al galopar desbocado.
Si alguno debe sangrar
en este jardín de rosas
callando lo que es verdad,
nadando contra las olas,
elijo ser yo quien sangre
en esta triste derrota,
pues cuánto más amas a alguien
no dañarle es lo que importa.