En el cielo brilla la felicidad,
donde el corazón encuentra su verdad.
Entre lágrimas y risas encuentra paso,
la alegría fluye sin recato.
La pasión se despierta en cada mirada,
la tranquilidad abraza cada alborada.
En este mundo de injusticia y desigualdad,
la justicia se alza con su fuerza y bondad.
Un poema que nace de sentimientos sinceros,
donde palabras encuentran su universo.
En el horizonte se pintan versos de esperanza,
donde el amor se convierte en la danza.
Con el cielo en los ojos y el corazón abierto,
buscamos la felicidad en cada puerto.
Y aunque el llanto empañe nuestros días,
la alegría siempre nos dará melodías.
Una pasión que nos llena el alma y nos guía,
encontrando en la tranquilidad la paz que nos envía.
Y en ese universo justo, que todos merecemos,
es donde encontramos los sueños que anhelamos.
Así, entre versos y palabras entrelazadas,
tejo un poema que habla de emociones apasionadas.
Donde el cielo y el corazón se encuentran en armonía,
y se erige la justicia como guía.