Cuando observo la noche y siento que titilan
más fuerte las estrellas, se me escapa un suspiro,
me siento enamorado, se alegran mis sentidos
por un ser admirable que con amor me hechiza.
Soy hombre bendecido por hálitos de dicha
que me hacen sonreír mirando al infinito,
agradeciendo al cielo este bello destino
que en nuestros corazones con mucha paz habita.
Sentimiento bruñido despacio, a fuego lento
como los artesanos que cuidan el detalle
para que su trabajo se vista de perfecto.
El presente lo hacemos con guías estelares,
teniendo los caminos bordeados de ensueños
en donde quedan huellas para siempre imborrables.