Cómo bellos copos de algodónes
adornan el amplio firmamento
y al observarlas fijamente
vuela libre mi pensamiento.
Son viajeras en el tiempo
en invierno y en verano
y cuando las tengo cerca
deseo tocarlas con la mano.
Las vemos cuando amanece
y en las tardes son mejores,
porque alegran el espacio
con elegantes colores.
coquetean con el viento
que las lleva a todos lados,
en una hermosa danza
cómo dos enamorados.
Aparecen de la nada
con sus formas singulares
y siempre nos acompañan
a los más lejos lugares
Las nubes son poderosas
y cuando al sol logran envolver,
van disminuyendo su brillo
sin que lo podamos ver.
Alejandro Díaz Quero
Villa de Cura,19/04/2023.