¿Cómo determinamos nuestra prosperidad?
Por las “posesiones”
Ahora, ¿es la experiencia un poseer?
Sí, claro que lo “es”
Lo que ensancha la diversidad
“Inclusivo” de lo ¡prospero!
Pero el factor elemental de todo eso
Sea el –saber- de lo que “es” –próspero-
Pues el ignorar posiciona lo asignificativo
Y así, el oro “pierde” su valor
Como el amor, ser algo –emocional-
Lo que nos expulsa de semejante ¡Edén!
Entonces, un consejo
No “bucees” en tus posesiones
Ni te permitas encuentros con ese ayer
Porque ¡aquello no pensado e ignorado!
Se te muestre
Y al –igual- que la felicidad
Entender, que fuiste ¡próspero!
Cuando dejaste de serlo.