En el mapa de mi corazón, escondido en su vasta extensión, Una marca roja denota un amor, tan distante como una estrella en ascensión.
Cada latido es un eco, un grito que cruza el océano, Un deseo envuelto en ondas, buscando tu rincón lejano.
Navego en el mar de los sueños, con un sextante de ilusión, Sigo la estrella polar de tu amor, bajo la luna de la pasión.
Un pergamino de piel, trazado con la tinta de añoranza, Viaja a través de los vientos del tiempo, cargado de esperanza.
La soledad es un desierto, un paisaje de desesperación, Pero cada grano de arena es un recuerdo, un paso hacia tu dirección.
Tus palabras son golondrinas, que vuelan desde tu orilla, Desembarcan en mi mente, como brisa que acaricia y brilla.
El amor a la distancia es como el eco de un suspiro, Es la promesa en el horizonte, el resplandor de un fuego en el giro.
El tiempo se convierte en jardín, donde florece la paciencia, Cada pétalo es un segundo, cada flor es la esencia.
Y así, en la búsqueda de tu amor, mi corazón emprende su travesía, Por mares de deseo, y desiertos de melancolía.
Cada paso trae más cerca, la promesa de tu abrazo, En la danza de estrellas lejanas, brilla el faro de tu espacio.
En la búsqueda de un amor, de larga distancia y fuerte, El viaje se vuelve canción, una melodía que atraviesa la muerte.