Claudio Azofeifa

Sus ojos

La noche entró en la sala 

arrastrando el silencio 

a pasos lentos...

Los sueños son tan sigilosos

que una herida sangrando se oiría. 

Rueda en ese momento

una palabra insólita, 

caída como una hoja de otoño... 

Pensamientos suaves 

tocan mi frente adolorida

con sus manos frescas, ¡mmm!... 

¿Por qué los tormentos misteriosos 

los rostros palidecen dulcemente?

Tus ojos me parecen

dos estelas de luz 

entre la sombra

y hay en mí alma 

una gran emoción 

si en mí los fijas bien;

pero si los bajas,

siento como si fuera 

a florecer en la alfombra.