Freddy Kalvo

Sonetillo enigmático XLIV

Lo tomó y trincó en el suelo

sin piedad, sin condolerse,

pero ya no iba a perderse

al pasar por el riachuelo.

 

Sin decir qué es... ¡lo revelo!

Si en venganza iba a barrerse,

quiso en ello, desprenderse,

como especie de recelo.

 

Y soltarse no podía

porque el nexo era seguro.

Piense usted, el qué sería,

 

lo que ataron sin apuro

y al finalizar el día

volvió, más que claro… ¡oscuro!