No puedo parar de escribir, llevo tanto sentimiento, dolor, y emociones acumuladas en el alma que simplemente ya no quiero controlarme, solo necesito fluir, gritar, sí, gritar mi dolor, mi frustración, mi estupidez, dejar salir la tristeza, llorar hasta que no quede sensación alguna de dolor, hasta que el corazón por Ti deje de latir.
No se de donde saque la absurda idea que tendríamos un final feliz, como es que mi mente creo un cuento de hadas, tonta, ilusa, ingenua...
Te ví como mi hombre ideal, y no hablo del físico, de los estereotipos que indica la sociedad, hablo de los sentimientos, de la belleza del alma, de la pureza de una mirada, si bien el físico es la primera impresión, no se trataba que mi hombre ideal le gustara al público, bastaba con que me gustara a mí, era a mí a quien tenías que erizar la piel, era mi corazón el que tenías que conquistar, era a mí a quien con tus besos tenías que envolver, era a mí a quien tenías que amar.
¿¿ Qué esperaba de Ti ??
Reciprocidad, amor genuino, honestidad, lealtad, tan solo quería que me trataras de la misma forma que yo lo hacía contigo. Fidelidad, sí, fidelidad, es que es muy complicado para un hombre ser fiel, estar solo con una mujer??? Tan complejo les resulta comprometerse en una relación???
¿¿Que te ofrecía yo??
Todo, todo a manos llenas, siempre e sido muy extremista e intensa en todas sus versiones, así que es todo o es nada, no me gusta compartir, me gusta amar de tal forma que sintieras que nunca antes habías conocido ésa magestuosa sensación, te amé con tanta intensidad y desenfreno que segura estoy que nunca te amaron así y nadie, jamás, en ningún futuro así te amará.
Pero sabes aunque voy a contradecirme un poco, nunca, pero nunca me entregué al 100% a nadie, tenía tanto miedo de salir de nuevo lastimada, con cada entrega una parte de mí se rompía y la remplazaba por metal, pocas veces amé y muchas heridas me dejaron, pero ninguna en el alma como la que dejaste tú.
Confieso que desde muy pequeña decidí que una parte de mí la reservaría para el hombre con el que compartiría mi vida y de la mano juntos envejecer.
Así que puedes festejar tu Victoria, tienes el triunfo que mi mejor versión fue contigo.
Desde la primera vez que te ví senti la necesidad de abrazarte y nunca soltarte, nunca le pregunté a tu corazón sí realmente me quería dejar entrar.
Tan solo hice caso a tus palabras cuando me dijiste que te sentías cómodo en mis brazos, solo hice caso a tu mirada, a tu sonrisa, y creí ciegamente que mi estadía era lo que tú querías... y es que tú llegaste en el momento que menos te esperaba pero que más te necesitaba, supiste que decir, que hacer, te demostraste diferente, original. Claro que se podía esperar de un Casanova, que esperaba si eres Don Labia.
Te demostré desde el primer instante con mis besos todo el amor que podía darte y aunque nunca lo aceptes, aunque jamás lo reconozca tu corazón, fuí, soy y seré lo mejor de tu vida, el trébol de cuatro hojas que jamás volverás a encontrar.
No, no olvido los bellos momentos...
Porque claro que los tuvimos, esos instantes de felicidad que vivimos ni tú, ni yo, ni el tiempo los borra, nada, ni nadie los puede opacar, ni borrar
Sabes, amaba despertarme antes que el sol brillara y prepararte tu café para desayunar, no sabes lo bien que se sentía sentarme en tus piernas mientras desayunabas, darte el café y el pan en la boca, llenarte de besos para que fueras muy contento a trabajar.
Lavar tu ropa, plancharla, tener todas tus pertenencias en órden, era mi felicidad.
Esperarte con la comida lista, arreglarme para Ti, ser detallista, amaba quitarte los zapatos y darte masaje en los pies después de una cansada jornada, complacerte en todo, tu refresco y botana para que él Rey disfrutara la comida, para que se relajara con algún programa, mi meta era apoyarte en todo, abrazarte cuando el desempleo tocó tu puerta y decirte: No pasa nada, juntos lo vamos a solucionar y sí tienes memoria sabes que así sucedió, estuve a tu lado, sujete tu mano y te di las herramientas para que pudieras continuar.
No, no es reproche, es un recordatorio para Ti, y una sacudida a mi alma al recordar todos y cada unos de los detalles, es que con éste recuento de nuestra relación, de las vivencias, espero calmar esta angustia, entender el porque de tu engaño, quiero darme cuenta en qué fallé, que hice mal, quiero descubrir sí soy yo la qué siempre estuvo mal, la que no estuvo a tu altura, o simplemente me equivoqué contigo.
Siempre te dije que amaba tu carita de niño bueno, tus ojos, tu sonrisa...
Me emocionaba verte disfrutar tus videojuegos, aunque por momentos me sentía desplazada por un control, después lo olvidaba y con dulzura te miraba.
Woooow!!! Éste es un clavado al baúl de los momentos, una búsqueda implacable de vivencias, un último recuento de lo que fuimos y no seremos jamás...
Continuará...
Olvido.