Si me llamaras,
si dijeras mi nombre,
abriendo en O tus labios
como si fuera un beso.
Abandonaría todo,
el cielo en el alto,
las estrellas, los luceros.
No contaría las olas,
no hablaría con el viento,
ni caminaria bajo la lluvia
mojándome el pecho.
Si me llamaras,
correría sin pensarlo,
dejaría todo de lado
pata mirarte a los ojos
y responder sin voz
con un profundo ¡te quiero!
Si me llamaras
lo gris sería de colores
y la vida y el tiempo
un espacio para los sueños.