No fuerces a mi corazón que entienda
el hecho de pensarte y no tenerte
en esta vida con disfraz de muerte
que mató lo que pudo ser leyenda.
Con mi capa caída no hay ofrenda
que satisfaga la penosa suerte
de un caballero que padece al verte
de la mano con celos y contienda.
¡Mira si no me engaña el corazón
Mosa que a mis palabras engalanas!
que con total desvío de razón
escucho cánticos de tristes nanas
queriendo adormecer con su canción
mi esperanza tejida en filigranas.
W.M®