Emmanuel Tor.

Presa de mi propia existencia.

por encima pasan las horas de mi cuerpo y juventud. Matando al tiempo muero soñando porque si vivo, vivo expatriado de mis deseos, buscando un cambio. 

Como adornos en la pared descuelgo aquello que solía ser, hacer y parecer. Para después, con cansado serán guardados junto con las mentiras que construí. 

La poca esperanza se va con mi amargura, cuando escucho la puerta sonar porque todos ya se van. Vuelvo a consolarme en mi soledad. 

Soy infinitamente complejo si intentas desifrarme. Soy presa de mi propia existencia y como una maldita bestia exhalo, inflando mi pecho cuando no puedo razonar otro pensar.

Largas madrugadas donde la intriga indaga y araña mi ser, cubro mi escasa paciencia con un suave y fino manto de serenidad. Y un suspiro mental hace mierda mi poca serenidad. 

Imposible parece lograr el equilibrio del ser y estar. Lo intento!, Y soy per no estoy. Estoy entre huir o aguantar pero para dice que tengo que cambiar, ya basta de aguantar.

Entre el ser y parecer la línea es delgada. También se que todo lo sé y pude aprender que para encontrar tuve que perder. Amo mi forma de ser, con un cigarro y  una taza de café me desvelare con la constante incógnita que me lleva a la batalla de mi razón contra la realidad.