Grito de libertad infiltrándose en las profundidades del amor, es la poesía.
Ansias de paz en la guerra interior del corazón por las tremendas sacudidas de la vida.
Desesperado con la esperanza de retomar lo perdido.
Era hora de morir, pero la muerte no llegó, se había quedado atascada entre tanta gente.
Ya vendría, para salvarlo del naufragio.
Así era ella, suave, melodiosa, una seda tendida en los hilos colgantes de una araña.
Su alma se repartió en las multitudes que olvidan.