Una vez le hablé a la luna
y a indagar yo me acerqué.
No me miró, no sé, si pequé.
No sentí vergüenza alguna.
Quieta estaba en la laguna.
Corría el agua de colores.
Yo sentí fragancias y olores.
Un bello lucero me miraba.
Al caminar me observaba,
en el bruno cielo,sin Luna.