Que extraño es el silencio de la mañana, de la tarde o de la noche. Aquí en proaño se cabalga sobre sangre, escombro y polvo. Las palomas saben que el cementerio ha extendido su perímetro y que el pan demorará en algun punto de la noche.
Que extraño es el silencio de los puertos, dicen los pasos que se internan en el éxodo.