Roel Ybañez

Desapareciendo

Estoy seguro de que sí no estoy muerto, estoy desapareciendo, pareciera ser que mi único propósito en la vida no es más que el de sentir el dolor acumulándose en mi pecho.

De todo esto hay algo que no entiendo, este ramo de rosas secas que aún conservo, para ti, Catrina, aparto para cuando toques mi puerta.

Aquellos frascos llenos de formol para conservar mis deseos, estos recuerdos desdibujados por el crepitar del segundero y estas ojeras repletas de secretos de mis libretas que resguardo con celos.

Son mis cartas sin llegada a su destinatario, son mis confesiones sin dedicatoria, simples llantos de despedida, agudos sentires de amor, síntomas de la lejanía, cuando todo esto sea una psicofonía a la madrugada, tal vez, mi figura ya se haya degradado de cada fotografía.