Dicen que las estrellas en el cielo son infinitas,
que la arena que circunda el mar también lo es
yo solo sé que cuando me miras me pierdo
en el espacio sin fin de tus ojos,
como un ave que vuela libre por el etér
o como una llama que arde hasta consumirse.
El infinito esta en tu mirada:
en el arco de azabache de tus cejas,
en los parpádos que duermen risueños,
en tus pupilas que tienen el color
de la ternura...
¡oh, súblime gloria de perderme en ellos,
de encontrar mi reflejo en el más hermoso de los espejos!