Veo a un hombre pescando en la playa;
poniendo su fe en el anzuelo.
Veo a otro buscando en el suelo,
a ver si un tesoro halla.
Veo dos mujeres tranquilas caminando,
mientras otras sus brazos extiende;
y es entonces que mi mente entiende
que todos están disfrutando.
Yo mismo, sentado en la playa,
disfruto una ola abrupta.
Sin duda, ¡haciendo lo que se disfruta,
la felicidad nos halla!
Autor: Bernardo Arzate Benítez.