Habita para tu ensueño
percibe tu alma genuina
que la luz sea tu dueño
esos dolores domina
da tu hálito sin rutina
Vive para ti alma mía
no al horizonte callado
renuncia a la cobardía
el amor es un aliado
adorna y siembra tu arado
Embalsama ya tus sombras
alma mía se infinible
Dios te sostendrá la alfombra
tu esencia será posible
tu ensueño allí irreversible
Lale Neda ©