José López Moreno.

Limonero.

He cambiado la mirada,

de ver una solitaria pared blanca 

y un limonero triste, que el viento

maltrataba.

Ladridos, ruidos repetidos 

que no le dejaban dormir

Hay un callejón oscuro

donde recorría alegre el tranvía,

plantado de flores, naranjos

y limones. 

Abandonado a suerte.