ALAS DE VICTORIA.
Vuela, vuela tus alas de fé sobrino mío,
hasta mucho más allá de todo los confines,
que a nuestros ojos fueron los fines,
sufridos paisajes de calor y frío.
Vé más allá de donde viene el amanecer,
rompe las sombras que gestan el tiempo,
prende unos versos a las alas del viento,
para enseñar al que no quiere creer.
Pasa ahora la puerta que rompió el velo,
es la gloria que a sus hijos Dios ha provisto,
es gracia redentora de nuestro Señor Jesucristo,
a quienes creímos y le esperamos con anhelo.
Observo la tarde cuando el sol se ha ido,
por esos azules mares entre tierra y cielo,
veo tus ojitos de niño y tu dorado pelo,
éste último día mi inolvidable niño querido.