El sonido no tiene la culpa
el sonido solo es un transporte
lleva
quizá la vida sea mala por dar lo que vemos que da
En este juego de acercamientos oscilantes
un día podemos estar propenso a decir
otro menos propensos a oír el sonido
tal vez los sentidos sean los culpables
Sí, la naturaleza ofrece y la madre máxima solo dispensa
es nuestro pensamiento el que genera eso de estar propensos
entonces nuestra mente debe ser acusada
qué no diría Buda aluciendo al (buen) karma
Andamos según los puntos cardinales
el discurso propio no deja de subrayar palabras de incapacidad
qué hacen los árboles secos
tal vez los sentidos tenga una respuesta (o quizá la mente)
No dominamos el lenguaje
se elevan y aterrizan palabras benditas por su causa y efecto
niños adoloridos
rostros nunca bendecidos por el dolor y el sufrimiento
Tienen las islas su razón de ser
tienen los ríos su razón de ser
los laberintos son también un significado
qué solución ahora debe atribuirse
Es también el árbol un testimonio de su vida
si es que para vivir haya que dar un testimonio
si es que para vivir acaso
no haya que cumplir con un deber personal (que se hace boomerang)
Otra vez tratando de explicar
otra vez tratando de saber cómo las raíces pierden capacidad nutricia
ingerimos el sonido y el contenido del sonido
susceptibles a un quinto o sexto elemento completamente nuevo
Explicar sí
no la interpretación del hecho
sí el destino de los árboles
sí la miriada de laberintos vistos pasar
Cuál es el punto cardinal del fuego