Cuando el tiempo se arrastra entre zarzas,
cuando el sol no nos deja vivir,
cuando reina el infierno en la tierra,
cuando apenas podemos dormir,
cuando el dios de la lluvia está en coma
y el desierto ya llega hasta aquí
arrasando vergeles y huertas
selvas, bosques ¡praderas de hollín!
no podemos quedarnos sentados
esperando que vuelva a llover
porque el agua se empapa en la tierra
se evapora y vuelve a caer,
mientras pueblos mueren de sequia
a otros lares los arrasa el lodo
con torrentes de barro y escombros
que destruyen y arrasan con todo;
maremotos tsunamis, volcanes
aquelarres de guerra y de fuego.
Acabemos con humos e incendios,
replantemos manglares y selvas,
repoblemos los cerros quemados
reciclemos hasta las ideas
porque Gea ya no nos soporta
y ya está preparando el desahucio
o saldamos las deudas pendientes
o nos quedan dos telediarios.