Que tristeza la mía, que día a día voy
al trabajo, y como está corriente del
niño está afectando al mundo aquí
en mi pueblo. No se donde se han
metido las gaviotas, porque no se ven
ni la sardina, y en lo mío hay días que
solo tengo para el pan, pero siempre
agradecido de Dios y rezando para
que pase este fenómeno, que lo está
afectando a la humanidad.
Que tristeza la mía, y pena de las gaviotas ...