Un poema sólo puede
contar una breve historia.
Un suspiro que se muere
o el perfume de una rosa,
la claridad que se filtra
en un instante fugaz,
una llovizna tenue
o una lágrima en el mar...
Un poema sólo puede
por un momento mostrar
la ternura de la luna
en noches de soledad,
el resplandor apurado
de alguna estrella fugaz
o el beso al aire arrojado
cuando el amor se va...
Un poema sólo puede
entre renglones soñar
con algodones de azúcar
y música celestial,
con el tesoro escondido
que alguien pudo encontrar,
con el roce de unos labios
o una mirada sensual...
Pero el poema no puede
mostrar toda la verdad,
ni contar en unos versos
todo lo que abarca el mar,
ni nombrar a cada estrella,
ni siquiera imaginar,
toda la fuerza que tiene
mi corazón al amar.