Temprano el⏰ despertador de itinerarios
saborea su café ☕, hace sus delicias.
🌞Sol y rosas frescas sobre la mesa,
los ojos atisban las caricias, la mocedad es un ritual perenne,
cantan las musas y arreboles dibujados
de sonrisas misteriosas;
de sonrisas de luna furtiva,
rocío fresco y amaneceres,
las manos temblorosas
conservan aún el galope sobre montañas esculpidas de ébano
y gravitar en pecho y auroras.
Soy el centinela de tus besos y la lengua concubina escribirá en tu diario clandestino.
Fiel aliento, petricor; suave aliento de lluvias escampadas
y almohadas florecidas... espera, espera...
La boca saliva de savia dulce, vierte aromas
y espuma de corceles.
Potros ariscos calculan pasos de faunos y enredadera.
Piel de ángel 😇 dadivosa,
🌹 rosa y risas en el tálamo de concupiscencias penitentes.
Anuncian tu partida,
palomas de arrullos sobre las cornisas.
Ya no hay olvido, no hay olvido.
La aurora renunció a su soledad,
puso puntos suspensivos a las melancolías
y desde ahora
epifanías de muslos plateados
de Venus complaciente.
He puesto flores luminiscentes a mi fuego,
a esta fuente de deseos.
Caminos y senderos,
voz meliflua en el arcano de inocencias, y continúo penitente.
Contemplando en el ocaso de los sueños tu silente despertar.
No soy omnipotente...
narciso de flores ajenas,
narciso durmiente en la calidez de berenjenas.
El ⌛ reloj aconseja caminar de nuevo cotidianidades.