Le propongo un pacto compañera
es sencillo, le pido me crea.
No hay agravios, ni tapujos, es algo simple.
Queramonos, así como se quieren dos
ilusos mancebos, así como se abrazan
el cielo y el mar, así como retozan las
cordilleras y los ríos, así como se besan
las abejas y el polen. Así con alto deseo
y pura ingenuidad.
No me ame, le ruego me entienda
me cuide y no me suelte de la mano,
sea usted única e inigualable, quierame
eso sí, con cada litro de sangre que
albergue su cuerpo, con cada célula
que habite en su organismo.
Beseme mucho, hasta el punto
de que se agrieten mis labios,
acaricieme el alma hasta quedarme
dormido. Lo ve; todo esto aborda
mucha simpleza.
A cambio le ofrezco mi corazón
en bandeja de plata, solo dígame
por favor ¿Acaso acepta usted
el pacto?