Yo conozco tu belleza sin olvido
de tu rostro mujer,
como una flor que nunca ha envejecido
o que no dejaron envejecer.
Mi corazón te nombra en su latido
cómo si lo atravesará un alfiler,
pues no hay amor, que haya sentido
cómo lo que siento en mi ser.
Y es que tu amor, era una flor prohibida
que más quise sin poder tener,
calladamente triste para mi vida.
Que enamoro a mis ojos sin querer
una rosa que la veía perdida,
una rosa que vuelve a florecer.