Alejandro José Diaz Valero

Fábula de un Ruiseñor y una Rana

La gente suele menospreciar al pan duro, como si éste nunca hubiese estado recién salido del horno. (Alejandro Díaz)

 


Un ruiseñor en una rama

sus dulces notas nos regalaba

mientras más trinaba,

más extasiaba.

Su melodía era sonora

así cantara a cualquier hora;

era un canto muy especial

creo que ninguno lo haría igual.

El ruiseñor era un tenor

pero su canto de pronto calla

al escuchar las notas malas

que en una charca hacía una rana,

calla su canto y le reclama:

Señora rana, usted desgana,

Cuando usted canta

Todos se espantan;

Que buena broma,

Se desentona.

y la rana al ver el atropello

le dijo: usted canta bello

mi canto sano, no es de soprano

pero es firme y valedero,

con él anuncio el aguacero

pues siempre canto con mucho tino

aunque usted diga que desafino…

Mi canto suena de modo raro

pero lo hago con mucho agrado.

De pronto gotas caen del cielo

y se desprende un chaparrón

y el pobre pájaro ruiseñor

quiso volar con desespero

y aunque aleteaba con más furor

mojó sus alas, y cayó al suelo.

y de ese triste modo

finalizo mi perorata;

el ruiseñor bañado en el lodo

y la rana cantando en la charca.

 ***