Amanece,
la brisa helada de la mañana,
se desliza entre palmas y arbustos
el banco de la plaza desteñido,
mientras abres los ojos a la intemperie.
el silencio cómplice de los pájaros
quizás aun dormidos
en lo alto del follaje y ramas.
La sombra aun no despierta,
se han escondido entre el sueño
y la oscuridad.
El busca la soledad,
las sombras que le persigue
a veces, se olvidan,
a veces, se multiplican,
sin desearlo, lo arrastran
a buscar lo inexplicable,
a esconder las huellas
que condicionan sus oraciones,
le enreda el amor,
y deshoja cada pasión.
Sin estaciones busca una flor
que ahuyente sus sombras.
Su amor es como el agua,
refleja las sombras de su amor,
lava las heridas abiertas.