Han de ser fuertes el envoltorio y el continente para soportar tanto vaivén que la vida nos ofrece.
Fuerte el cuerpo y más fuerte la mente y el alma grande para acomodar el peso de todo lo que se nos viene.
Somos de pluma y otras veces de forjado hierro., con un corazón caprichoso e inconsciente que nos envuelve con su magia, su sentir!..volviéndonos frágiles e impotentes.
Tendemos a hacerle caso llevándonos a situaciones de peligro inminente y aún así nos tiramos del precipicio esperando llegar a una felicidad temporalmente.
El viaja libre a la deriva sin vela ni timonel que le guíe y se pierde en el intento de conseguir una travesía apacible.
Es testarudo quiere ser coherente dejarse llevar por lo que siente aún sabiendo que no le conviene.
Se empeña en amores carentes de futuro y otras veces se aleja de quien le brinda un bienestar tranquilo y seguro.
Es vago en decisiones se rige por las ilusiones.
Tenemos que ser fuertes apostar por nuestro amor propio es el único que nos protege.
Acallar el corazón a hechos que nos hieren encararse a él y no permitirle que nos manipule ni nos ciegue.
Él no es bueno eligiendo se pierde en su sentir sin hacerle caso a la mente y se olvida muchas veces de lo que realmente se merece. En contadas ocasiones acierta ., entonces su poder se triplica y hace de su dar y recibir una gran fiesta y es tan fuerte su autoestima que se olvida que un día estuvo varado sin refugio ni sustento .... esperando ver tierra firme y rescatarse de su casi hundimiento.
El corazón nos traiciona por no pedirle ayuda al norte nos lleva por caminos de rosas sin percatarse de las espinas que también contienen las flores.
todos dicen hazle caso al corazón que el sabe lo que quiere....y yo me pregunto..... razón mía porqué no me llevas por donde menos duele?. Quizás algún día el corazón tome conciencia de sus errores y pida consejo también a la razón y encuentre el camino deseado sin dolor sin fracaso y frustración.