En un Hondo Prisma
que se Enclava en la Noche,
Noche que entre las Añoradas Estrellas,
Rumea Antigua
la Inquietud de un
Troquelado y Húmedo Pensamiento.
Pienso Ya que Pronto Morirá
El Amado Invierno.
En la Calle Crujiente
Que se Desvanece en un Empedrado...
En el Devenir Atemporal
de las Ausentes Hojas
que Desvistieron,
Lerdamente, las Ramas que Tiemblan
Desnudas de Aquel Árbol...
Será el Sol
y Volverá en Brumas Inasibles
El Sin Nombre de un Verso,
que Escribirá por Vos
al Restallante Estío.
Urgirán los Colores Desvainados
En mi Sombra...
En Un Vacío...
En un Aguacero que Explota,
Inmerso en las Rotas Piedades...
En mi Sangre que Brilla
En la Mar y en lo Profundo de los Océanos...
(Y al borde del Embeleso
de una Vieja Nostalgia,
que Jamás ha Muerto)...
(Patricia)