Ben-.

Tiene la muerte-.

La muerte tiene escarabajos

y ese metálico sabor de la sangre

corrompida. El gusto insano

de lo infinito, y esa larguísima extensión

de los patios de colegio. De los humedales

y de los sacos de plástico, de las razones

inventariadas y de los celos de enamorados.

Tiene la muerte un olor a cenizas putrefactas

y un color desvaído, de cosa sagrada e inviolable.

De lágrimas y de copas de pinares vencidas

e inclinadas por la tormenta. De arena

en los pulmones disecada.

La vida en cambio tiene sabor a cosa pesada,

a plástico definitivo, a cerrazón de las bestias

que aguardan con su terror intacto, escondidos

los labios y sus dichos, tras las persianas bajadas.

 

©