José Luis Galarza

Narciso

Mirar fijamente el espejo hasta encontrarme.
Puesto que el retrato no está en la superficie
hubiera que repetir hasta soldar a la carne:
“el retrato no está en la superficie”.
Ahogarse y perder la razón
para entender un poco de profundidades,
para escuchar el océano hay que aislarse
en la soledad de una concha marina.
Palpar con los cinco sentidos la oscuridad
hasta bordear el horizonte y olvidar
de una vez el idiota frente al espejo,
a ese desconocido frente al espejo.
Palpar la oscuridad es renacer.
La desnudez es la estación del nacimiento.
En la desnudez estamos más cerca de la piel.
Dentro de la caracola abrazamos nuestro cuerpo,
se tensan la resistencia y la resignación
y el silencio recupera los signos vitales.

©JoséLuisGalarza