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**~Ensayo: Carta de un Perro~**

Ensayo: Carta de un Perro

Por: Srta. Zoraya M. Rodríguez 

Seudónimo: EMYZAG 




Me ha abandonado el corazón, cuando apenas leí tu carta. Una carta escrita por un perro abandonado, callejero y solitario. Una carta que me rompe el corazón en pedazos. Una carta que comenzó mal y terminó mal, cuando en el encabezado de la carta comienzas describiendo tu vida de perro en las calles de la vida ajena de un sabueso que sólo desea amor, cariño y más que eso la ternura de la gente. Me ha descorazonado el tiempo, tu voluntad de perro en sobrevivir las calles y más que eso poder haber limitado tu voluntad como perro callejero. 

 

Me dices en esa carta a que sobrevives caminado de calle en calle, a que la vida irrumpió en un sólo destino sin rumbo incierto y que la vida sólo te ha dado tormento, y una vida de perro muy callejero. Y que caminas de calle en calle, que en tu vida no hay alimento y que comes de donde sea. Y que el tiempo no ha sido aliado para tí, sino una pesadilla cada segundo y cada minuto. Que no existe amor de gente con compasión, que tu vida está seriamente abandonada y seriamente enferma. Y que tienes cicatrices en tu cuerpo y tu piel lanuda ya no es la misma que antes y que se te ha caído el pelo en tu cuerpo. 

 

Me dices que la vida es cruel, que la vida no es vida. Y que al marcharte de la casa donde estuviste por tanto tiempo ya no sabes la dirección correcta para poder volver. Si allí sentiste calor, ternura y amor y ahora sólo tristeza en tus ojos de perro abandonado por la soledad, el maltrato de carros y de gente en las calles. No es justa la vida que llevas, ni es justa la vida cuando debes de estar en un buen sitio, pero, la vida sólo te da malos momentos. Y que comienza el día y llega la noche con fríos, sin sentir amor en la plaza del pueblo, ya nadie se acuerda de tí. No hay deseos de vivir ni de sobrevivir al acecho de una buena vida cuando se torna exasperante vivir. Eres sólo un perro, y me dices que el silencio que llevas por dentro es de dolor y de un sufrimiento que mata ya tu vida. 

 

Me dices que el pueblo no es el mismo, desde que saliste de ese hogar donde te tenían con calor, amor y ternura, y que has enfermado, pero, del corazón sin ver ni observar a gente que cuiden de tí y te den amor. La gente te mira al pasar y no hacen nada por tí. Y que la vida es amarga como la hiel, y que te has ganado un cielo bajo escombros de dolor y sin compasión alguna, y que te has preguntado, ¿por qué la vida es así?, ¿por qué la vida te ha dado el golpe más duro de la existencia?, ¿por qué la gente no me ve?, ¿por qué la vida está sin vida? y ¿por qué es duro de caminar sin destino alguno?... 

 

Yo sólo te respondo amigo mío, que la vida a veces es cruel para aquellos que no tienen nada, y peor, para aquel que tiene. No es demasiado irremplazable la vida, para aquellos que poseen vida, pues, la vida es dura y perteneces a la vida como la vida te pertenece a tí. No te amargues más la vida, que cuando llegue el día de la gran suerte y halles al mejor amigo de la vida caminando por ahí, serás perro fiel a quien te de la mano, recuerda que la vida es como no queremos nosotros, sino es como es. Adelante y prosigue tu camino, que quizás halles el amor en algún ser que se compadezca de tí, y de tu enfermedad que me dices que tienes. Quizás la vida te otorgue el amor, y mientras tanto sólo Dios sabe por qué te tiene en las calles si en el mundo y para el mundo existes. No desesperes a tu corazón, cuando quizás halles el verdadero amor en alguna persona. No detengas tu caminar, corre como perro, pero, sigue amando como perro y perdonando a la gente sin compasión. La vida pesa como pesa el dolor de ser un ser vivo. Sólo ten amor a pesar de sentir odio, no sientas odio si un día tuviste todo y ahora quedaste solitario y tan abandonado como la misma soledad, existe gente buena y existe gente sin compasión alguna, sólo ten presente que existe el amor y que algún día estarás donde debes de estar. Sólo ama y perdona como todo un Dios.