Que ternura en el tacto, que negras hebras de tostado café, que belleza en el porte, que esbeltas caderas. Es hermosa y encantadora. Le gusta que le diga cosas lindas, créanme la he visto, sus ojos claros destellan luz.
Es risueña y obstinada, se enoja con facilidad, revienta, se embriga de rabia. Es frágil y bella, fuerte y atrevida.
Su cuerpo al desnudo es una escultura barroca, es presenciar la Bóveda de la capilla Sixtina, su rostro es una obra renacentista, estoy extasiado, lleno de ella.
La quiero al delirio, es hondo mi padecer cuando no esta al alcance de mi mano. La necesito, estoy furioso, estoy alegre, estoy enfermo, estoy enamorado, estoy completo.
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