Un día cualquiera cómo hoy, incluso;
fuiste ocasión de hacer… vida en emulsión,
apareciste como canto de nieve, blanco y sonoro,
deambulabas entre los rincones del presagio,
blanco y sonoro, con la alegría en tus labios
a la entrega de los besos, vibrantes y dulces.
Un día cualquiera con el ruido del viento
te perdiste tajante y mordaz: silencio absoluto,
absolviendo los ojos de miradas ajenas,
tajante y mordaz te diluiste en la sombra,
quedaron los labios resecos de besos
y los brazos vacíos de abrigo y confort.