Francisco M. Ortega

dolor

 
 
los huesos doloridos, una migraña
la punzada en la espalda
el dolor de muelas martillante
una articulación dislocada
pero nada como la insufrible herida
del cielo que la nube mancha
el bisbiseo del agua cristalina
recorriendo el frío lecho del riachuelo
el violento sufrir del paisaje quieto en su belleza
el penetrante vuelo de los pájaros
el aguijonear de los pinos oscuros
la contemplación del mar hiriente
mi dolor es el dolor de siempre
de las cosas que fueron y que han sido
causa de todo lo perdido
y origen de lo que fue amado