¿Qué es mi poesia,
sin la dulzura
de tu mirada,
y la hermosa sonrisa
que la acompaña
El poema,
sin tu esencia,
solo serían palabras?
Aún te puedo sentir
en cada pensamiento,
en cada idea,
hasta en el sendero
de mi alma,
aún veo tu rostro
de seda
cuando asomo
a mi ventana.
Aún puedo ver
esa inocencia
infantil perfumada,
dulces suspiros
de mí,
que no se
quieren ir...
que por dónde
caminas,
van siguiendo
tus pisadas.
Aún puedo sentir
a flor de azucena,
que si piensas
un poquito,
hace rima
con tu nombre
mi amada Lorena.
Aún puedo verte
sin tenerte
presente,
por culpa
de tu belleza
no puedo
imaginarte lejos
de mi cabeza,
siendo tú,
el verso
más exquisito
para la composición
de mi poema.