En mis sueños de niña
imaginé tantas historias..
y en una de tantas era verme en un prado acostada sobre flores.
Una alfombra bajo mi cuerpo acomodaba mi alegría y brotaban de mi piel olores a dicha, risa y margaritas.
En mis sueños de niña yo pensaba que ser mayor me salvaría y ahora desearía ser rescatada y regresar a aquella niña.
Niña silenciosa y callada pero que en su interior un hermoso mundo tenía, un mundo que no se parece en nada en el que ahora se ha convertido.
He crecido! mis arrugas me delatan ,mis pasos son más lentos y mis daños me han curtido.
Pero aquella niña que soñaba con ser mayor algún día,no ha caído en la cuenta de que crecer es sinónimo de estar vivo!.
Pero no de haber vivido.
Vivir! es gozar, es amar es darle sentido a la vida y ahora siento que nada tiene sentido.
He perdido muchas personas en el camino.
Amores , amigos y familia y he aprendido que si no están es porque nunca han sido míos .
Pero hay otros que aún yéndose siento que no se han ido.
Todavía tengo sueños que alimentan mis sentidos.
Aquella niña que imaginaba prados,valles y montañas repletas de armonía aún habitan en ella nutriendo sus heridas.
Aprendí que nada es blanco ni negro todo el día ...hay grises y también un abanico de colores coloreando nuestra vida.
Las personas van y vienen y otras nos quedamos si nos tratan con respeto y con cariño.
Pero aquella niña que se soñaba acostada entre flores se ha percatado que también se clavan las espinas.
Hoy veo hacia atrás aunque prefiero ver hacia arriba!.
Y contarle a las estrellas que bonito era ser niña.