Matias 01

Tengo miedo por ti…

Mi cuerpo es hostia abandonada

desde el principio

de tu ausencia;

 

El reloj cojea, como si tuviera toda la vida

para llegar al alba.

La luna me mira y se enciende,

quizás recordando que ahora

estoy muerto dentro de algo

que se hunde

en la oscura soledad.

 

Tengo miedo por ti.

Quizás allí donde estas, alguna congoja

esté sobre ti

y no haya nadie

que pueda consolarte.

Pero, me digo: ¡Allí debería

estar Dios!

 

Y tú que conoces este lado

del espejo, sabrás que siempre

estarás en mí.

Sabrás que tengo miedo

que no exista Dios

y puedas sentir, como yo,

esta absoluta soledad.