Violáceos como lluvia
de flores de jacarandá.
El eucalipto elegante
en un rincón del patio
como vigilante.
Las pequeñas y escondidas
violetas debajo de la ventana
perfuman el dormitorio.
De la cocina a leña
toda la casa huele a sopa.
Del pozo sube un balde
lleno de agua fresca.
Más allá, granados
e higueras!
Debajo de su sombra
a la siesta desgranando
como perlas de un collar
historias.
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