Tu gobierno siempre ha sido la lujuria del sexo
y en esta noche luminosa tu irradias la rabia
y la ira de impotencia y desvelo que no logro
prolongar del amado un minuto más la vida.
Comprendo tu oscilar en este tiempo
entre los bellos momentos y ese titilar de estrellas
palpitantes y sangrantes de tus infernales recuerdos.
Comprende tu por favor mi desgracia, de no poder
cubrir ni con palabras ni con el cuerpo el néctar amargo
del que se alimentan tus pensamientos, la ausencia,
y ese vacío que van dejando nuestros muertos.
No ansíes que mitigue con mis besos la soledad
que cual plenilunio de tu alma herida,
esta más tendiente a la luna negra que a mi sol
incandescente de amor y locura que no logran aclarar
el dolor y la agonía mismas que me han habitado
y están instaladas en un rincón de mi corazón.enfermo
No ansíes vivir en el pasado donde no estuve yo,
ni te sientas culpable de amarme o de respirar el día de hoy