Desde los más oscuro de la oscuridad
terminando este fatuo cigarro,
quizás empiezo a filosofar
desde cuando el hombre es tan desdichado.
Desde que su corazón no es libre,
desde que amar es un pecado,
el sufrir está en su sangre
o de la política se ha cansado.
La liberación de su ser, es ahora
lo único y más importante,
ser expedito es su modorra
para sentir aquel calmante.
No depender ni de cariño , de amante,
ni de una aceptación incipiente,
solo de sí mismo en su arte
y olvidar el saludo elocuente.
Su libertad no está en palabras
si no en hechos contundentes,
cualquiera es bueno en el habla
más debe cuidar lo que siente.