Puedo imaginar
susurrar dulcemente a tu oído
los versos que para ti he escrito,
y sutilmente guiarte
a mi refugio favorito.
Me puedo sonrojar
al descubrir tu pecho,
acariciar tu espalda,
y lentamente callar
las objeciones de tus sábanas.
Me puedo deleitar
en los rincones de tu alma
y lentamente conquistar
las vertientes de tu cama.
Te puedo seducir
y amar a mi manera,
puedo enamorarte,
si tú me lo permitieras…©